Es fundamental realizar la higiene diaria ( 2 ó 3 veces por día) con un cepillo de cerdas firmes (cambiarlo cada 2 ó 3 meses), con poca pasta dental y no demasiado húmedo, para que se pueda ver bien la zona que se esta limpiando.
El cepillado debe ser metódico empezando por un sector de la boca y con movimientos circulares o de arrastre de arriba hacia abajo, limpiando tanto dientes como encía. Es fundamental que ningún sitio de la boca quede sin ser cepillado tanto la parte de fuera, la que mastica, como la de dentro (del lado del paladar o de la lengua). También es aconsejable limpiar la lengua.
Los colutorios también pueden ayudar pero es conveniente antes de su uso consultar al odontólogo, ya que existen de varios tipos dependiendo del problema que se quiera tratar.